La separación de una pareja no es cosa fácil. Las rupturas suelen generar miedo, frustración e incertidumbre ya que en ella se ven afectadas todas las áreas de la vida de los interesados. Además, las posibles peleas o dificultades económicas, crean una combinación problemática que puede afectar profundamente el bienestar emocional y la estabilidad de nuestros hijos. En estas situaciones, y teniendo siempre como prioridad el bienestar de los hijos, es necesario proceder con cautela. Por eso, entender en qué casos se deniega la custodia compartida es clave, ya que esta decisión puede influir directamente en su calidad de vida y tranquilidad.
En Mentor Abogados sabemos lo complejo que puede resultar un proceso de custodia compartida, sobre todo cuando las expectativas de ambas partes no coinciden. Por eso, te explicamos en qué casos se deniega la custodia compartida, analizando los requisitos y las situaciones que pueden llevar a que un juez rechace este tipo de custodia.
¿Qué es la custodia compartida?
La custodia compartida es una modalidad de guarda y cuidado de los hijos tras una separación o divorcio, donde ambos progenitores se encargan de forma equitativa de la atención, cuidado y decisiones relacionadas con el bienestar de los menores. Este tipo de custodia busca equilibrar las responsabilidades y asegurar que los hijos mantengan una relación cercana con ambos padres, siempre en beneficio de su estabilidad y bienestar.
En España, la custodia compartida se ha convertido en una opción cada vez más común, sobre todo cuando se considera que esta modalidad es lo mejor para el menor. Los jueces tienden a favorecer este tipo de custodia si se demuestra que ambos progenitores pueden colaborar adecuadamente y mantener una relación respetuosa. No obstante, existen situaciones en las que esta modalidad puede no ser viable, ya que la prioridad siempre será el interés superior del menor y garantizar que sus hogares sean seguros y estables.
¿En qué casos se deniega la custodia compartida?
A pesar de que la custodia compartida suele ser una opción positiva para los menores, hay circunstancias en las que se puede denegar. Veamos en qué casos se deniega la custodia compartida:
Violencia de género o malos tratos
Si hay antecedentes de violencia o maltrato hacia la pareja o los hijos, el juez puede determinar que la custodia compartida no es una opción segura. Además, cualquier indicio de abuso, ya sea verbal o psicológico, puede ser un factor clave para asegurar la protección y el bienestar del menor, priorizando en todo momento su seguridad.
Falta de interés por parte de uno de los progenitores
Si uno de los padres no demuestra un interés genuino en asumir las responsabilidades de la custodia, el juez podría denegar la custodia compartida. Por ejemplo, esto puede manifestarse al no participar en decisiones importantes sobre el menor, desinterés en actividades escolares o falta de compromiso en el cuidado diario.
Problemas de salud mental o adicciones
En el caso de que alguno de los progenitores padezca de problemas de salud mental sin tratar, o tiene adicciones que pongan en riesgo el bienestar del menor, la custodia compartida será desestimada. Es importante que el progenitor que padezca problemas de salud mental esté en tratamiento y pueda demostrar estabilidad para considerar la custodia compartida como opción.
Problemas económicos
Si bien no siempre es decisivo, la falta de estabilidad económica que impacte directamente en el bienestar del menor puede ser motivo para denegar la custodia. El juez analizará si ambos hogares pueden proporcionar un entorno seguro y las condiciones esenciales para satisfacer las necesidades básicas del menor, tales como alimentación, vivienda y educación.
Falta de colaboración y comunicación entre los progenitores
¿Podría negarse la custodia compartida si no hay colaboración entre ambos padres? Cuando no hay una buena comunicación y existen conflictos constantes, la custodia compartida puede no ser viable, ya que los desacuerdos pueden afectar negativamente al menor. Ejemplos comunes de esta situación incluyen discusiones continuas sobre aspectos cotidianos de la vida del menor, como el horario escolar, actividades extracurriculares, o incluso la manera en que debe llevarse a cabo la educación.
El juez busca asegurar que el ambiente en el que crezca el menor sea estable y propicio para su desarrollo, y la falta de colaboración entre los padres puede ser un obstáculo para ello.
¿En qué situaciones puede el menor verse perjudicado?
La custodia compartida tiene como objetivo garantizar el bienestar del menor. Por ello, si se determina que esta modalidad puede resultar perjudicial para el niño, se denegará. Conocer en qué casos se deniega la custodia compartida es esencial para entender cómo se prioriza la protección y estabilidad del menor en cada situación:
Cambio constante de residencia
La custodia compartida implica, en muchos casos, que el menor deba cambiar de residencia de manera periódica. Si estos cambios frecuentes tienen un impacto negativo en el niño, el juez puede considerar una modalidad de custodia diferente que ofrezca mayor estabilidad. Estos cambios pueden provocar estrés y dificultades de adaptación a distintos entornos, lo cual podría afectar tanto su rendimiento académico como su bienestar general.
Problemas emocionales
Si el menor presenta problemas emocionales derivados de la separación y se considera que la custodia compartida empeoraría su situación, el juez podría denegarla. La estabilidad emocional del menor es siempre prioritaria, y el cambio frecuente de hogar podría agravar sentimientos de inseguridad y ansiedad, haciendo que el menor se vea perjudicado a nivel psicológico.
Entorno desfavorable
Si el ambiente en uno de los hogares no es adecuado para el desarrollo del menor, ya sea por problemas económicos, sociales o de seguridad, no se concederá la custodia compartida. Esto puede darse en situaciones donde el hogar no cumple con condiciones básicas de higiene, estabilidad o apoyo emocional que el menor necesita para crecer en un ambiente saludable.
Preguntas frecuentes sobre la custodia compartida
¿Puede modificarse una custodia compartida si las circunstancias cambian?
Sí, la custodia compartida puede ser modificada si las circunstancias cambian drásticamente. Por ejemplo, si uno de los progenitores cambia de residencia y se dificulta el contacto regular, se podría solicitar una revisión de la custodia.
¿Es obligatorio llegar a un acuerdo para optar a la custodia compartida?
No es obligatorio, pero sí recomendable. Llegar a un acuerdo entre los padres facilita el proceso judicial y demuestra buena disposición para cooperar por el bienestar del menor. Si no hay acuerdo, será el juez quien decida si la custodia compartida es viable.
¿Qué criterios se valoran para decidir la custodia?
El juez valora diversos criterios, como la relación del menor con cada progenitor, la capacidad de ambos para atender sus necesidades, la situación económica, y el entorno en el que crecerá el niño. El bienestar del menor siempre será el criterio prioritario.
Apoyo legal en los momentos más difíciles
Entender en qué casos se deniega la custodia compartida es fundamental para que los padres conozcan los criterios legales y puedan tomar las decisiones que prioricen el bienestar de sus hijos. En definitiva, la custodia compartida puede ser una excelente solución para garantizar que los hijos mantengan una buena relación con ambos padres.
Sabemos lo difícil y estresante que es atravesar esta situación. Por eso, en Mentor Abogados estamos para ayudarte. Nuestro equipo de abogados expertos te acompañará durante todo el proceso para garantizar la mejor solución posible tanto para ti como para tus hijos. Da el primer paso y contacta con nosotros para que podamos comenzar a analizar tu situación y ayudarte. Estamos aquí para ti.